Hace años, no habríamos encontrado las palabras "canino" y "cognición" en la misma oración. Hoy, siguiendo los pasos de un floreciente interés en la cognición animal en el campo de la ciencia del comportamiento, hay investigadores y laboratorios de cognición canina surgiendo en todo el mundo. Entre los más notables: "Family Dog Project" de Adam Miklosi en la Universidad Eötvös Loránd, en Budapest, Hungría; el Laboratorio de Cognición de Perros Horowitz en el Barnard College de Nueva York (con Julie Hecht y Alexandra Horowitz); el Clever Dog Lab de la Universidad de Viena, en Austria (Zsofia Viranyi y Friederike Range); y el Centro de Cognición Canina Duke de la Universidad de Duke en Durham, Carolina del Norte (Brian Hare).
Investigaciones:
Investigaciones:
La Universidad de Viena, junto con la Universidad Eötvös de Budapest, hace unos años descubrieron que las acciones en los perros también son influenciadas por los humanos y el desarrollo de su capacidad de imitar está muy relacionado a la manera que tenemos los humanos para interactuar y jugar con ellos.
Un estudio habla sobre el fenómeno que se conoce como imitación selectiva que implica que los perros, no solo copian la acción concreta, como harían los niños, sino que también ajustan el grado en el que imitan dicha acción. Esto implica que este tipo de comportamiento no sea sólo automático, como tradicionalmente se ha podido pensar. Es cierto que para que los perros aprendan deben de tener mucho entrenamiento.
Una de las pruebas objeto de estudio fue el enseñar al perro a abrir una puerta en relación a cómo la abría su dueño. Este estudio se hizo con dos métodos. Uno, si el dueño abría la puerta con la boca, el perro lo hacía con la boca y si el dueño lo hacía con la mano, el perro con la pata, de esta forma obtenía su recompensa. El otro método alternativo era el de abrir la puerta con la boca mientras el dueño lo hacía con la mano y al revés, si el dueño lo hacía con la boca el perro lo debía hacer con la pata. Las pruebas demostraron que el primer método fue más rápido para el aprendizaje de los perros que el segundo.
Los investigadores también observaron si los canes tenían la capacidad de poder imitar las acciones humanas aplicando tiempos de espera entre los 40 segundos y 10 minutos. Durante estos períodos de tiempo a los perros se les distraía con otras actividades. Con esto se quería llegar a tener en cuenta la capacidad del perro de recuerdo de las acciones a imitar.
Con esto llegaron a la conclusión de que los perros son capaces de reproducir acciones nuevas o familiares después de diferentes tiempos de espera. En el caso de las novedosas pueden recordarlas hasta un minuto y las que le resultan familiares pueden tener una capacidad de recuerdo superior a los 10 minutos.
La capacidad para imitar una acción novedosa después de un período de tiempo de espera sugiere que existe un tipo específico de memoria a largo plazo en los perros que puede ser de forma consciente, llamada “memoria declarativa”.
¿Qué hay de los Sentimientos?
Como primates, los seres humanos tenemos la capacidad de ponernos en la piel del prójimo, pero no somos los únicos animales que la poseen. También los perros son excelentes a la hora de conectar con las mentes ajenas. De manera natural, es frecuente que se acerquen a consolar a congéneres que han sido víctimas de una agresión y no hagan caso a los vencedores de la trifulca. En dos tercios de las observaciones realizadas por los expertos, la parte no involucrada en la pelea se acercaba, efectivamente, al peor parado.
Pero ¿experimentan empatía también hacia las personas? Para averiguarlo, las psicólogas Deborah Custance y Jennifer Mayer, de la Facultad Goldsmiths, perteneciente a la Universidad de Londres, analizaron el comportamiento de dieciocho ejemplares de diferentes edades y razas. La prueba consistía en examinar su respuesta ante personas que simulaban llorar, situadas junto a otras que simplemente hablaban o tarareaban una canción. Custance y Mayer observaron que los perros mostraban más preocupación y se aproximaban con mayor frecuencia a los voluntarios que fingían estar tristes.
Otro indicador de empatia es el contagio del bostezo. Para que se produzca, es necesario poseer cierta estructura cerebral y las célebres neuronas espejo, responsables de que riamos, lloremos o abramos la boca cuando vemos hacerlo a los demás. Los perros también dan resultados positivos: en unas investigaciones recientes, el 67 % de los individuos estudiados bostezaban a la par que los humanos.
Además, no se trata de algo aprendido. El etólogo Brian Hare, de la Universidad Duke, en EE. UU., ha demostrado que los cachorros de nueve meses lo hacen igual de bien que los adultos, lo cual significa que ya nacen con ese don. Y aunque entienden las señales tanto de los conocidos como de los extraños, esto no quiere decir que les dé igual de dónde provengan.
Juegos Cognitivos...
Algunos Ejemplos de juegos que puedes utilizar con tu perro son:
1. Discriminación entre objetos
2. Discriminación de Formas
3. Discriminación de Color
Espera más adelante videos de ejemplo de estos juegos en nuestro canal de IGTV
Referencias
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