miércoles, 29 de abril de 2020

El Reencuentro con Mi Amigo Ansioso


Mi historia con Amigo empezó una tarde del año 2017. En esa época, éramos unos recién instalados en un apartamento cuando, de repente, llegó un visitante: Amigo. Él se invitó a tomar café y pasó a echarse en media sala. Con sus acciones, dejó muy claro que éramos amigos, pero de larguito: se dejaba ver, compartíamos espacios, pero jamás nos permitía acariciarlo, si nos acercábamos, de inmediato mordía o gruñía. Pese a este comportamiento, cuando parecía tranquilo vocalizaba mucho.

Así llegó “Amiguis” un par de veces más a pasear. Todavía seguíamos sin saber su nombre, entonces, lo llamamos Amigo. Esto, por ser el gato del vecino que, esporádicamente, nos visitaba. Uno de los siguientes días escuché unos gritos y me parecieron dirigidos a un animal, yo, como buena amante de estos salí a ver qué ocurría. Fue muy enfático, el encargado de los apartamentos me dijo, enojadísimo, mientras ahuyentaba a Amigo, que ese gato era peligroso y que ya había mordido a un par de personas.





Pasó el tiempo, Amigo seguía llegando a pasear y nos hicimos cada vez más cercanos. Él casi siempre pasaba solito en el apartamento de su dueño, por lo que un día, sin preguntar, solo decidió que quería dormir en mi cama. Ya cuando se dormía se tranquilizaba, entonces le podía acariciar la cabeza. Por meses estuvimos así, hasta que sorpresivamente el dueño de Amigo se mudó a otros apartamentos cercanos. Al parecer, Amigo no logró adaptarse a los nuevos apartamentos y seguía llegando todos los días al mío. Sin embargo, un día, por un inesperado infortunio, la que se tuvo que ir del antiguo apartamento fui yo. Desde entonces, pasó mucho tiempo sin que nos volviéramos a encontrar. Me contaban que durante el año 2018 seguía llegando a ese lugar, cada vez con menos frecuencia.

Pasó el tiempo, y cuando pensaba en Amigo me imaginaba que llevaba una vida bonita y normal con su dueño. En el año 2019, ya era de noche y yo me dirigía a recoger algo a donde un amigo que vivía en ese apartamento en que nos conocimos Amigo y yo. De repente, en el camino, nos encontramos con un gato que parecía muy enojado y en malas condiciones. Intenté acercarme, pero él huyó y gruñó; no obstante, cuando le hablamos se devolvió hacia nosotros maullando muy fuerte. Después de acercarse nuevamente, corrió, y para nuestra sorpresa, se dirigió al apartamento donde él me había conocido. Allí, se acostó en un sillón, le ofrecimos agua y comida (nunca la había aceptado en los años anteriores). Desde entonces, Amigo nunca más se volvió a ir de ese apartamento. Debo decir que no parecía el mismo gato de hacía dos años, pero era él, Amiguito, que nos había reconocido por nuestra voz y, de una vez, había corrido hacia el apartamento que ya conocía.








Al ver a Amigo tan deteriorado de salud, intentamos contactarnos con su anterior dueño para preguntarle qué era lo que le estaba pasando al gatito. Nos dijo que era alérgico a las pulgas y que no sabía cómo mantenerlo encerrado, que, de hecho, él pensaba que ya hacía tiempo ese gato se había muerto. Ya instalado en el apartamento, Amigo presentaba todas las características de un buen gato callejero: comía muchísimo y desesperadamente, era escapista, robaba comida, mordía, gruñía, aruñaba, peleaba con todos los gatos y perros que se encontraba y, además, escarbaba la basura. 

Le dimos un medicamento para matarle las pulgas, pero él no mejoraba. Entonces, lo llevamos donde un dermatólogo por dos meses cada dos semanas y tampoco presentaba mejoría alguna. Descartamos leucemia, VIF, problemas hormonales, le realizamos exámenes de sangre y no hubo ninguna mejoría tampoco. Estuvo con dietas estrictas a ver si de alguna manera mejoraba, pero nada de esto dio un resultado positivo.

Un tiempo después, decidí cambiarlo de veterinario y fuimos donde otra dermatóloga. Ella recomendó cambiarle el alimento medicado porque parecía que lo que tenía Amigo era una alergia alimentaria. En la segunda cita, le comenté que a mí me resultaba muy extraño el comportamiento de Amiguito, que sí, más bien, no podría tratarse de algún padecimiento mental que lo estuviera afectado. Esto se lo expresé a ella, a pesar de que ya se lo había dicho a otras personas y nadie me creía. Quedamos en que yo le iba a hacer grabaciones para que ella observara lo que yo veía cotidianamente. Después de ver las grabaciones con algunos movimientos de Amiguito, me dijo que parecía tener un dolor neurológico, razón por la cual fue medicado con un fármaco especial. 


Este medicamento al parecer, lo hacía sentirse levemente mejor. Antes de este tratamiento, Amigo no levantaba la cabecita, temblaba muchísimo, hacía movimientos involuntarios y olvidaba comer e ir a la caja de arena. Era muy frustrante. Estuvo con medicación y alimento especial por 4 meses, con baños semanales (valga decir que era como bañar a un jaguar), gasté más allá de lo que podía con mis ingresos de estudiante universitaria. Amigo, pese a todo esfuerzo, no mejoraba, y entre citas, medicamentos, y alimento, ya me encontraba desesperada.





Buscamos otro veterinario, pero seguimos en contacto con la dermatóloga. En este hospital, Amigo se convirtió en un sujeto de estudio, le hicieron biopsias, placas, raspados, entre otros, hasta que se descartó todo lo orgánico y lo diagnosticaron con un padecimiento: alopecia psicogénica. Una vez diagnosticado, tomó una serie de medicamentos recetados. Sin embargo, los problemas continuaban y Amiguito estaba pasando lo peor.


Este doctor me recomendó cambiar de alimento y empezar a hacer pruebas de alergia otra vez, esto levantó un poco el ánimo de Amigo, pues gracias a la recomendación empezó a comer pescado y huevos.


Con el tiempo, hablé con una etóloga de gatos, seguí leyendo artículos sobre estrés e hiperestesia, y decidí, yo sola, dejar de medicarlo. Ya estaba cansada de que su única manera de estar tranquilo fuera dormido por medicamentos. Todos me recomendaban dormirlo, pero cuando lo veía comer con tantas ganas, algo en Amigo me decía que él podía salir librado de esta cruel situación. Llegué a tener un poco de inseguridades para sacarlo a caminar, pues la gente se reía de verlo hacer movimientos involuntarios, de verlo tan delgado, vestido, con cuerpo alargado, sin pelo, enojado casi siempre y con una mamá enojada porque no aceptaba ningún chiste al respecto.


Pasó el tiempo, y le pedimos consejos a la dermatóloga de Amigo nuevamente. Ya, un poco resignada de que Amigo no iba a recuperar el pelaje, nos recomendó volver a bañarlo una vez a la semana y empezamos enriquecer el ambiente, con juegos de comida, rascadores y mejorar las interacciones.

Con el tiempo, también me he dado cuenta de haber cambiado por completo mis hábitos, he tenido muchos animales en mi vida, pero no con procesos como los de Amigo: sin seguridad de nada y siempre esperando una mala reacción. Actualmente, Miguito, como le decimos de cariño, está mejor que nunca, tiene al menos un poquito de pelo y se nota claramente más tranquilo. Además, se deja acariciar, abrazar, alzar, tiene personas favoritas y no le teme a las personas nuevas. 

Tras esta mejoría, decidí hacerle un Instagram a Amigo, #elamigoansioso, y así contar su historia para las personas que están pasando por lo mismo con algún animalito. También, creé esta página por mí, me encanta poder hablar de esto, me libera. Además, encontré a etcovet, hablé con Fer y realmente fue muy motivador. Me resultó muy positivo escuchar las recomendaciones de alguien que conoce de este tema que para mí es tan nuevo. He compartido historias, he escuchado sobre otras personas que están pasando por procesos similares, he aprendido juegos para animar a Amigo y, además, he colaborado con casos similares a los del gatitos. Yo espero que, como Migo, los otros gatos que sufren estas separaciones, cambios de casa, que pasan tanto tiempo solos encuentren un buen lugar donde estar.






Me considero una persona preocupada por el bienestar de los animales, creo que es importantísimo contar con una red de apoyo para hablar, aprender y compartir sobre cada caso particular. Quiero recalcar que, a diferencia de lo que mucha gente piensa, los animales domésticos requieren mucho más que agua y comida. Necesitamos trabajar en su salud mental y en su estabilidad emocional. Esto implica atención, interacciones positivas, un ambiente adecuado, y sobre todo, mucho amor.


By: Carolina Salas, Costa Rica.

jueves, 23 de abril de 2020

Pancho Empleado del Mes


Era Julio de 2016 y el día que conocí a Pancho fue mi último turno de 24hrs en la veterinaria donde trabajaba.


Siempre iba con Kenia (mi primer amor perruno) a trabajar y cuando terminaba siempre salíamos al parque que queda al lado de la veterinaria. A veces nos encontrábamos con alguien y nos quedábamos conversando y ese día no fue la excepción. Estábamos conversando con Nata y Jose y recuerdo que vi unas señoras andando y un perrito "paticortico" andando con ellas. No le di mucha atención en el momento pero asumí que iba con ellas. De repente el perrito vino directo hacia mi y se me sentó en las piernas e imaginé que en algún momento lo irían a llamar… sólo que no… entonces entré medio en pánico y le decía "no perrito no me hagas esto" y nos fuimos.



Tenía que volver a la veterinaria para recoger mis cosas y volver a casa, y cuando nos dimos cuenta (Kenia y yo), el "paticortico" estaba atrás de nosotras andando como si nos conociéramos de toda la vida.


En la veterinaria me preguntaron si me iba a quedar con él y pensé que ya no lo podía dejar en la calle, así que intentaría buscarle un hogar. Los auxiliares me ayudaron a darle un baño y salimos a ver qué podríamos hacer. La primera opción fue ir a la veterinaria de unos amigos para ver si sabían de alguien que quisiera un perrito. Lo pensaba tener mientras lo castraba y le encontraba casa.


Llamé a mi mamá y recuerdo que lo primero que le dije fue "mamá es que tengo un pequeño problema canino" y ella inmediatamente me respondió "yo no quiero más perros aquí". Fuimos caminando hasta mi casa y él iba súper feliz, iba al frente y esperaba a Kenia, le daba un besito y seguíamos andando, por supuesto con eso ya me compró para siempre.


Cuando llegamos a la casa hizo chichí en la sala, así que comenzó con la pata izquierda… Al día siguiente lo tuve que dejar en guardería no recuerdo por qué y esa misma semana lo castré. Durante la recuperación se quedó con un amigo (uno de sus humanos más amados en el universo, y obviamente es mutuo). Ya había una señora que supuestamente estaba interesada en adoptarlo, pero al final sucedió que hacía poco tiempo había perdido a sus perritos y no estaba lista para tener otro.




Lo llevé a mi casa "mientras tanto" y resultó ser un gran compañero para mi mamá. Mi papá nunca estuvo muy entusiasmado con su presencia, siempre fue fan de Kenia. Y yo, por supuesto, dejé de buscar personas para adoptarlo casi desde el comienzo porque estaba locamente enamorada de él.


Siempre me preguntaban si ya había le había encontrado casa y con el tiempo la respuesta fue que ya no le estaba buscando porque ya tenía casa.


Pancho tiene personalidad arrolladora, todo el mundo tiene que ver con él, "que tan lindo", "que tan amoroso", "que tan chistoso" ...nadie se resiste a sus encantos. Tiene mil apodos, y amigos, incluso mi papá.




El caso es que con la pandemia mi papá comenzó a hacer teletrabajo y Panchicle no se le despega. "Llega" temprano a la oficina y cumple con sus labores de asistente financiero y calentador de pies, hace pausas activas y "sale" a almorzar. Actualmente es el empleado del mes.

By:  Carolina Trujillo Medica Veterinaria, 

       Alfenas - Minas Gerais, Brasil  

viernes, 3 de abril de 2020

Cosas positivas de la Cuarentena..

Todos estamos pasando por un momento complejo pero no nos estamos dando cuenta de las grandes oportunidades que están surgiendo en esta situación, no lo tomemos desde una perspectiva de estar encerrados si no de recogimiento, inspiración es un muy buen momento para que la creatividad aflore en nosotros y aprendamos a vivir en el nuevo mundo que esta naciendo. Bienvenidos al mundo de la empatía. De igual manera vemos como diariamente nos están saturando de un sin numero de actividades proyectos y cosas para hacer, si bien es cierto que hay que ocupar nuestra mente debemos tener el criterio suficiente para evaluar que si y que no te puede servir durante este proceso, muchas personas se encuentran dudando de varias cosas hasta de sus mismos gustos o disgustos pues por el estilo de vida que tenían nunca habían  dado un espacio para conocerse a fondo y ahora que la soledad a entrado a nuestra cotidianidad nos vemos frente a un ser desconocido, que se asusta que se angustia, que es frágil y que ahora en lo único que enfoca su energía es en su Familia y seres queridos y ese afán por tener, tener y tener a dejado de importar y es donde nos encontramos con la pregunta del millón ¿ Que es lo realmente importante en mi vida?. 

Ahora nos estamos dando cuenta y enfocamos nuestra energía en ese Ser que queremos lograr entender pues no tiene un lenguaje verbal pero como seres humanos buscamos estrategias para poder entender lo  que pasa por la mente de ese compañero peludo que ahora es nuestro Coach pues nos escucha a diario sin entender muy bien que paso. Amigos el mundo de ellos también cambio, así como nuestra rutina la de ellos también dio un giro, nos volvemos pesados y buscando maneras de entretenerlos los agobiamos, quizás ellos no necesitan tanto entretenerse a lo mejor el que necesita eso eres Tu y algo muy peligroso es que te estas agobiando tu y de paso a tu perro o gato cayendo en un sesgo negativo frente a lo que estamos viviendo, este virus a logrado cosas que jamas en este mundo moderno se lograron: Las canchas de futbol se cerraron, los centros comerciales, cines y demás ya no están abiertos en resumen todo se detuvo. Aparecieron excelentes herramientas que antes estaban allí pero por falta de tiempo y de nuestra percepción de las prioridades no vimos antes: Lecturas, música, videos, personas esas personas que veíamos tal vez muy poco, que llamábamos por mucho una vez a la semana si estábamos de suerte y teníamos tiempo libre, ahora ese espacio ese tiempo libre hace parte de nuestro día a día y nos estamos dando cuenta que esa charla, ese café, esa llamada, ese libro, esa canción nos alegran el hoy y todo eso que antes pensábamos que era nuestro estilo de vida ya no lo es más y todo eso que estaba bajo nuestro mando quedo en pausa a merced de algo fuera de nuestro poder y esas necesidades como comprar un coche nuevo, cambiar el modelo de celular esas "motivaciones" que al final solo son el reflejo de esa vida que el mundo acelerado nos quiso vender. 

Esa necesidad de llenar nuestra vida nos inclino a adoptar un compañero, perro, gato, loro, hámster o un pez, Ese ser ahora esta a nuestro lado sin entender muy bien que paso porque todo de un momento cambio, esos momentos que a lo mejor se dejaban para el fin de semana como peinarlos, cambiar su cama, limpiar sus orejas, lavar sus dientes, acariciarlos o cargarlos mientras bailamos se convirtieron en nuestra rutina y ellos dentro de su confusión por lo que pasa deciden disfrutar del hoy, pues si algo que los animales tienen claro es eso, vivir en el ahora ellos no tienen el concepto de un ayer o la ansiedad de un futuro solo saben que lo que hoy pasa esta de lujo sin importar lo demás. Entonces te preguntamos viendo a travez de esos ojos llenos de inocencia ¿ Que tienes para agradecerle al día de hoy? 

Nosotros dentro de nuestras limitaciones tenemos varias cosas por agradecerle a ese Virus, reencuentros, encuentros, llamadas, en fin... 

1. Reconocimiento de Amistades Virtuales con un gran valor 


2. Aprender cosas Nuevas gracias a la Red


3. Iniciar y Terminar Proyectos y Hobbies 


4. Aprender y conocerte a través de la Soledad 


5. Valorar la Familia 



6. Saber qué tienes un Propósito. 



La ansiedad es una sombra que nos acecha en este tiempo, es inevitable su cercanía, para algunas personas mas que para otras; esa falta de control sobre nuestra realidad es lo que nos hace recurrir a ella. Viendo y oyendo profesionales en el tema recomiendan varias cosas fundamentales para no darle esa importancia que nos contamina, pues la ansiedad viene acompañada de Estrés que a su vez desencadena en nuestro organismo una serie de eventos fisiológicos que ponen en riesgo nuestra salud y quizás nos inclinen a enfermar cosa que en este momento nos aterra aun mas de lo habitual, por consiguiente: 

  • Evita los noticieros, y redes sociales el exceso de información sobre esta situación. Está bien estar enterados pero esa cascada de malas noticias nos terminara afectando mas de lo que creemos. Si deseas pon un horario corto para revisar esas noticias digamos a las 9 am y a las 9pm por 5 minutos será suficiente. 
  • La cuarentena no son vacaciones es un momento que nos esta dando el mismo planeta para enfrentarnos a una situación desconocida por lo que la rutina debe ser fundamental, tener una rutina según los expertos implica seguridad y esa seguridad en este momento es una fortaleza, pues nuestra actitud frente al problema sin duda alguna modificara el problema. 
  • Busca actividades placenteras: Música, Lectura, pintura... 
  • No dejes de lado la actividad física: Hay un sin fin de recursos en la red para todos los gustos, zumba, aeróbicos, yoga, seguramente alguno de estos te llama la atención ¿ Cual es la tuya?
  • Y cuando el día esté por terminar dedica un poco de ese tiempo de sobra solo para ti, relájate: Toma té o una infusión, Bañáte con agua tibia, pon música relajante y despide ese día de la mejor forma. 

Y ya para concluir si el mundo se detuvo a lo mejor tu también debes hacerlo: PARA, PIENSA Y REEDUCA TU AÑO O MEJOR AUN TU VIDA, VIVIR UNA CRISIS ES EL CAMINO HACIA EL CAMBIO. 



Maylo: Mi mayor regalo

Nunca habíamos planeado  su estadía en casa, de hecho habíamos tenido que desprendernos de un ser hermoso, de una manera muy triste y en con...

Las Bolas de Pelo