El legado de Mi mejor Amigo: Maria Teresa

Maria Teresa fue un regalo que le di a mi mejor amigo Carlos, Él tenía Mieloma Múltiple en una fase avanzada, sabíamos que llegaría el momento en que tuviera que partir pero nunca nos imaginámos que nos iba a dejar tan rápido, María Teresa le dio mucha felicidad porque le gustaban mucho los animales, se volvió su razón de vivir porque llegó a sus manos cuando apenas tenia 1 mes, la tenía que alimentar y limpiar cada hora. 

Por su salud Carlos tuvo que ser hospitalizado de urgencia, pensamos que era una recaída pasajera y que pronto volvería estable a su casa donde vivía solo con Teresa. Pero su estado de salud se agravó y sufrió un paro cardio respiratorio, desafortunadamente falleció, fue tan dolorosa y repentina su muerte que fue abrumador hacer los papeleos y encargarse de todos los preparativos para el funeral, nos tomó 3 largos días despedirnos de él.

Luego de todo esto con aun un dolor inmenso fuimos a su apartamento a recoger sus pertenencias junto a su madre y hermano, al entrar la vimos en la cocina, estaba acostada al lado de una escoba, no se movía estaba deshidratada, ya no tenía comida ni agua en sus platos, había estado sola durante este tiempo. De inmediato la tomamos y llevamos para atención veterinaria.

Los familiares de Carlos decidieron que yo era la indicada para cuidarla, pero yo solo estaba en primer año de la universidad no vivía con mis padres y a mi abuela no le gustaban los gatos, pensé enviársela a mi mamá que vivía en otra ciudad para que me ayudara a cuidarla, ella ya tenía 1 gato en casa por lo que no le gustó mucho la idea, pero la gatita estaba muy mal de salud así que mi hermana decidió ayudarme a llevarla y a cuidarla, antes de irse la llevamos a un veterinario que le recetó varias medicinas y nos indico los cuidados. 

Cuando llegó a la casa de mi madre, Ella se hizo cargo de Tere pero al ver que no mejoraba la llevo de nuevo al veterinario, el no pudo hacer nada, le dijo que posiblemente la gatita moriría por su corta edad y porque su estado de salud era muy malo, mi madre no se rindió la hidrato y alimento cada hora, la calentó y paso muchas noches sin dormir y al final todo el esfuerzo rindió frutos y hoy está María con nosotros.

María Teresa se llamaba Ásteres! Pero mi madre nunca pudo aprenderse su nombre, a los pocos días de su llegada la llamaba Teresita, Tere y María, la gatita le entendía por esos nombres, cuando por fin pude ir a verla le gritaba por su nombre Ásteres! Y ya no entendía, no pude hacer nada, era la casa y las reglas de mi madre y después de haberla salvado solo podía agradecerle! Así que decidimos ponerle María Teresa. 

Al cabo de los años mis padres decidieron mudarse a Bogotá donde vivíamos mi hermana y yo, así se creció la familia y la relación entre las dos se estrechó tanto que cuando me fui a vivir sola me gane su “custodia” solo porque dormía conmigo, porque mi mamá sigue pensando que es su gatita, el 20 de Mayo cumple 14 años y aunque creamos y la tratemos como una viejita y así no tenga dientes y solo escuche lo que le conviene está sana y feliz, la amamos y no me arrepiento nunca de haberla adoptado, ella me ha acompañado durante muchas etapas de la vida como estudiante, soltera, ahora casada y lo más importante es que me recuerda que la amistad existe y que las personas valiosas te las presenta la vida para que nunca las olvides, Tere me hace recordar a Carlos todos los días y lo mucho que lo quiero. 

Mónica Wagner, MV, Colombia